lugar
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Tánger es un museo al aire libre. En sus calles, los tesoros son testigos de su larga y arraigada historia; en todas partes, los monumentos evocan las glorias del pasado. Esta ciudad viva no debe ser pasada por alto: los ecos resuenan en los zocos, al igual que el uso de las herramientas de los artesanos.
Dos mercados hacen la reputación de Tánger: el gran zoco y el pequeño. En las animadas calles de la medina, los comerciantes están ocupados: aquí, es un mercado temprano: limones, aceitunas, higos, todos los colores del sol se exhiben en su puesto; y allí, un transeúnte le ofrece sus productos mientras un curtidor los golpea y los afina. Haga una pausa por un momento, únase al pequeño Zoco y siéntese en la terraza de uno de estos cafés codiciados por los más grandes artistas.
Tierra fértil, zocos animados, artesanos hospitalarios y objetos únicos en constante redefinición, ¡ese es el encanto de Tánger!